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¿Cómo ser feliz?

Generalmente cuando las cosas no van como quisiéramos tendemos a quejarnos y perder nuestra felicidad, y es que aquello en lo que te centras se expande, así que si te centras en no ser feliz ello recibirás.

Cuándo te quejas, te conviertes en un imán viviente para la desgracia; recuerda no ponerte en la proximidad de los que no tienen en sus planes ser felices y sólo se quejan, pues la negatividad es infecciosa.

Quejarse es fácil, es no hacerse responsable de la situación, por otra parte la felicidad requiere de esfuerzo y trabajo, es un compromiso que debe afrontarse, a veces no sabemos siquiera adonde vamos en la vida, no tenemos un buen objetivo y estos son sumamente importantes porque fijan el rumbo de tu vida.

Cuándo alcanzas tus objetivos te sientes pleno y feliz, inundado de alegría pero para llegar a este nivel de satisfacción requiere de esfuerzo, disciplina, resiliencia y orden; se escucha muy aburrido verdad y muy difícil, porque se requiere de un compromiso y no nos gustan las cosas difíciles sólo lo fácil.

Sabías que la razón número uno por la cual las personas no obtienen lo que quieren, es porque no saben lo que quieren, la intención de creer en todo lo que puedes lograr depende de ti, el que tiene un motivo, un propósito para vivir puede enfrentar todos los ¿como?, ¿Como lo voy a hacer, como lo conseguiré?.

Si consigues hacerte consciente de tus verdaderas motivaciones te convertirás en una persona más equilibrada y resistente, así lograrás lo que quieres y ello te traerá felicidad, cuando crees en ti mismo serás feliz porque alcanzarás tus objetivos, y cuando la gente cree en sí misma es increíble lo que pueden lograr.

La felicidad incrementa cuando mejoramos logramos compromiso total, es por eso tan importante tener un propósito que desees alcanzar.

Para descubrir cuál es tu propósito puedes preguntarte ¿adonde voy?, ¿cuál es mi objetivo?, ¿que quiero de mí?, ¿que deseo alcanzar? ¿que me gusta hacer?, todas las respuestas están dentro de ti y no en los demás.

Veamos, el proceso de Leah la matriarca de Israel, de ella dicen los sabios de la Tora, (pentateuco) que buscaba su felicidad fuera y no dentro de ella.

Por ejemplo cuando tiene su primer hijo Reuben, le dice figurativamente a su esposo Jacob, “ve, te di un hijo quiéreme”, por qué el nombre Reuben en hebreo es Reu: ve a tu Ben: hijo, y cómo te di un hijo quiero que me quieras, y sabemos que no fue precisamente lo qué pasó.

Luego viene otro hijo Shimón que significa en hebreo escuchar, y le dice ahora figurativamente a Jacob, escucha tienes dos hijos quiéreme y tampoco sucede.

Luego tiene a Levi “anajnu malevim” “estamos acompañados” quiéreme, se refería a que estaban acompañados, porque ya eran una familia, tenemos hijos quiéreme.

Qué pasó al final nuestra matriarca Leah entiende que para elevarse y ser feliz, no es a partir de cosas externas, la felicidad no se alcanza a partir de cosas externas a nosotros, ese no es el camino a la felicidad.

Y el cuarto hijo es Yeudah, y Yeudah es agradecimiento, al final dice Leah lo único que me queda es agradecer por todo lo que he recibido, y en ese momento ella es plena, porque no espera nada de los demás, es cuando ella descubre la verdadera felicidad.

Aprendemos de Leah que la felicidad empieza agradeciendo y apreciando lo que tengo, y no poniendo nuestros ojos en lo que nos falta.

Debemos trabajar en cultivar lo que tenemos, emociones positivas, compromiso, objetivos, buenas relaciones, lo que tenemos es lo que le da significado nuestra vida y no lo que nos falta.

Recuerda estos puntos para alcanzar felicidad en tu vida:

1.- Tu felicidad depende de ti, si pretendes que tu felicidad provenga de otras personas o de cosas materiales estarás en un gran error, y crear expectativas sobre los demás terminará por decepcionarte.

Tu felicidad depende sólo de ti y de lo que hay dentro de ti, tienes que hacerte responsable de tu propia alegría potencializando tus habilidades personales, esa alegría que está en tu corazón y no en tus posesiones.

2.-Cambia tu historia personal, las personas se atormentan por cómo perciben su vida, se cuentan una historia como si fuera la verdad absoluta de su vida, pero en realidad es solo una perspectiva.

A veces crees que tu vida no va a cambiar y así será hasta la muerte; rétate y trabaja en cambiar como te hablas a ti mismo, cambia lo que piensas de ti, mírate con ojos más benévolos y felicítate por tus logros, sé feliz de quién eres, y motívate para alcanzar tus objetivos en la vida, recuerda tu escribes el guión de tu propia vida.

3.-Disfruta el viaje no el destino, estamos acostumbrados a retrasar la felicidad, ¿cuántas veces hemos escuchado?, cuando tenga mi título, cuando me case, cuando tenga hijos, cuando me jubile etc. 

Solamente disfruta el camino, disfruta el proceso y date el valor que mereces, porque si no, jamás serás feliz, ni cuando obtengas lo que creías que te haría feliz.

4.-Haz que tus relaciones sean significativas, primeramente la relación que debes fortalecer es con Dios, cultívala cada día pues cuando sabes que él está cargo no tienes que estresarte y hundirte en preocupación, sólo habla con el jefe él se encargará de los problemas.

Segundo mejora tu relación contigo mismo, si tú no te quieres será difícil para los demás quererte, cada persona despide energía y los demás notan qué energía traes.

Tercero cultiva la relación con tus hijos, con tu esposa, con tus amigos, disfruta las relaciones, porque la naturaleza nos enseña que no hay frutos sin relaciones, y así lo es en cualquier ámbito, en negocios, en la vida.

5.-Balance en la vida, no siempre puedes estar estresado pero hay momentos donde debemos estarlo, con tu familia no puedes siempre ser estricto porque terminarán odiándote pero en el momento correspondiente hay que corregir, no todo en la vida es serio, ponemos mucha presión sobre nuestros hombros para hacer las personas que queremos ser, hay que tener un balance de nuestras actitudes con nosotros mismos y con los que nos rodean.

Recuerda que la medida de abundancia, seguridad y alegría se nos decreta a partir de nuestro trabajo espiritual, o sea que la abundancia, seguridad y alegría dependen de tu trabajo espiritual y no hay de otra.

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