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El poder de tus decisiones

La toma de decisiones es algo que hacemos todos los días, e influye directamente en los resultados que tenemos en la vida, es por ello que si no somos conscientes del rumbo de nuestras decisiones estas pueden paralizarnos y causarnos estrés.

Existen aquellas decisiones que son fáciles de tomar, referentes al día a día, pero qué pasa con aquellas decisiones que consideramos trascendentales, ¿cómo las afrontamos?.

A tus sueños, metas y aspiraciones es bueno dedicarles tiempo de reflexión, ello nos conducirá a saber internamente si aquello que queremos hacer significará y tendrá relevancia para nosotros dentro de veinte o treinta años, debes preguntarte honestamente si ¿aquello a lo que aspiras será relevante para ti?, ya que muchos de los sueños mal definidos, en realidad son trampas, pues entras a ellos y se convierten en una calle de un solo sentido y no puedes dar marcha atrás.

A muchas personas mayores, si les preguntas ¿qué es lo que soñaste hacer cuando tenías dieciséis años?, tienen suerte que no se hiciera realidad, pues muchos eran sueños sin sentido o fuera de sus propósitos presentes, si pudieras hacer todo lo que quisieras en la vida, ¿acaso podrías vivir con eso?, afortunadamente muchas cosas se filtraron en el camino y no se hicieron.

Por otra parte las decisiones que tomamos muchas veces son influenciadas por los demás, ya sea el ambiente, la familia, los amigos y ello nos puede hacer perder claridad del objetivo que tenemos, de lo que es realmente trascendente.

Por ello cuando tomes decisiones donde fijes metas de vida, es muy importante que lo hagas en un ambiente tranquilo, con claridad mental, conciencia y alegría, respirando profundo, entonces debes decidir; jamás tomes decisiones trascendentales en un estado de estrés o desesperación, pues mañana miraras tu vida y no sabrás cómo llegaste a tal enredo.

En la toma de decisiones recuerda que debes ser tu propia influencia siéntate y decide qué camino será de valor duradero para ti, Medite antes de tomar una decisión, para que lo que hagas sea con claridad.

Un problema muy común es la falta de decisión es una de las principales causas del fracaso, demorar las decisiones es un enemigo común a vencer, se realizó un análisis en donde se descubrió que las personas altamente efectivas y exitosas habían desarrollado el grandioso hábito de tomar decisiones rápidas y cambiarlas lentamente, como la regla del 70%, la cual nos enseña que cuando estemos seguros de nuestras decisiones, basados en la información y conocimiento al 70%, debemos actuar y no esperar a querer estar al 100% seguros, ya que nunca se podrá estar completamente seguro de algo, y si lo estás, entonces quizá habrás perdido tiempo valioso, el cual pudiste aprovechar en la acción a tomar.

Es bien sabido que Henry Ford tenía como costumbre tomar decisiones rápidas, mayormente definitivas y que de cambiarlas lo hacía con lentitud, pues cuando las tomó, lo había hecho con claridad de decisión.

Si para la toma de decisiones necesitas datos o información debes adquirirlos rápidamente, pues mientras más retrases el proceso, mayor será la preocupación y el tiempo que te llevará avanzar, lo cual será un sufrimiento innecesario.

Las grandes decisiones se toman a base de asumir grandes riesgos, Lincoln tomó la decisión de promulgar libertad a las personas de color en Estados Unidos, esto con pleno conocimiento de qué miles de amigos y partidarios políticos se pondrían en su contra.

Las personas que alcanzan decisiones rápidas y definitivas generalmente saben lo que quieren y por lo general lo consiguen, recuerda aléjate siempre de la duda e indecisión pues son un mal hábito que lleva al fracaso.

Es mejor actuar aunque te equivoques que no hacer nada por tu futuro, pues tomar una decisión conlleva valor y coraje en gran cantidad.

Toma en cuenta estos consejos que te serán de gran utilidad en tu proceso de toma de decisiones:

1- Pasa de esperar al mañana, a tomar decisiones hoy, cuando tomas decisiones la ansiedad desaparece, no pospongas.

2- Regla del 70%: esta nos permite entrar en acción aunque estés inseguro o con miedo antes de tomar una decisión, pues cuando estés seguro de tu decisión al 70%, simplemente debes ponerte en acción sobre tus objetivos, no esperes a estar seguro del 100% o vas a perder muchas oportunidades de valor.

3- Sincronización: tomar decisiones consume mucha energía, cuanto más compleja sea la decisión, mayor será el consumo de energía, por ello lo ideal es usar la mañana para tomar decisiones más difíciles, pues nuestra batería está llena. Deja las decisiones más fáciles para el final del día, pues si te equivocas el impacto será pequeño.

4- Cuándo tomes una decisión no la cambies: haz como los hombres de éxito, que tomen decisiones rápidas, ya que tienen la información y conocimiento suficiente lo cual crea claridad, así como lo hicieron Lincoln y Henry Ford.

5- Imagínate la situación: en la que estarás una vez que hayas tomado la decisión que necesitas, visualiza diferentes soluciones a un problema y escríbelos, elige de entre las soluciones propuestas la mejor y actúa, recuerda que cuando se toma una decisión se debe tener fe en la misma.

Despierta tu poder interior.

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